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Tiempo en
“Clínica” Lacaniana
El Tiempo de sesión en Lacan estaría purificada, formalizada, en
castillos en el aire idealista de lo "Lógico". Con dicha palabra todo
vale para trascender el mundo mortal del tiempo y espacio.
Ahora el tiempo es tiempo "Lógico", los cortes, actings de
psicodrama perpetrado por el "analista" son válidos por la
justificación o comodín de ser algo "Lógico".
¿Pero de qué lógica se trata para validarlo como lógico?
Nuevamente, calzando otro ad hoc comodín, el llamado no-todo, hiancia,
falta, vacío, intervalo, etc.
¿Pero qué relación guarda esto último con la lógica misma? ¿Cuál de las
lógicas justificaría el Corte conductista de reforzamiento negativo por sesión
"lógica" variable?
Vetar lo Crono de la lógica. El enemigo de Lacan es la Crono-logía quien
mantiene el Sentido, historia y diacronía: Elementos rechazados por la
caprichosa lógica elegida de Lacan.
Pero ahora, entonces: ¿Qué lógica es la lógica sin "cronos" y
sin sentido?
Queda el sin-sentido, la lógica misma de lo Real en cuanto Real.
¿Real? ¿Lógica Real y sin tiempo a-cronológico o de mágica
tyché-acontecimiento-vacío? Esta es caprichosa lógica que Lacan remite para la
"lógica del sujeto inconsciente".
Pero sujeto NO sujetado al tiempo-espacio, no!!. Sino a la Falta, a su
afánisis desfalleciente, intervalo, la hiancia. Vale decir, su sin sentido,
fuera del campo fenomenológico de tiempo-espacio.
¿Pero qué relación tiene esto con el corte de sesión o las sesiones
breves?
Apuntar al único timón "Real" que nos direcciona a lo Real:
Escandir los significantes que apresan al sujeto, apuntar a lo descompletado
perpetuo de un significante que remite a un sujeto para otro significante.
Esperar sin ceder a la Demanda del analizante para que emerja el significante
aislado, el acontecimiento-intervalo de la nada-en-sí-pura REAL.
¿Dónde está la lógica? En la opaciead, a-semantica, el no-todo, la
incompletitud, sin-sentido, el Otro-barrado, etc. De las cuales, ninguna de
ellas es "Crono-lógica".
Es decir, re-teatralizar en sesiones lo -1, lo ausente, la falta, lo
barrado, la pérdida, etc. Re-castrar lo que aún no ha sido suficientemente
castrado. Dirección de la "Cura" a través de formalizar la lógica de
lo inconsciente, en cuanto sujeto-ahuecado-barrado entre la serie de
"significantes" que podría como imán, en algún momento
"lógico", CORTAR, GOLPEAR, ESCANDIR, psicodramatizar, TOCANDO lo
"REAL" místico o "intervalo" new age.
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Espacio en la
“Clínica” Lacaniana
El $ujeto-barrado de Lacan no está
sujetado ni al tiempo ni sujeto al espacio, se le despellejan sus coordenadas.
Flotando al vacío Lacan destruye al sujeto como ahuecado o faltante a sí.
La clínica como tiempo
"lógico" es sin diacronía, sin cronos, sin tiempo más que el
a-histórico de su vacío, pérdida estructural y "afánasis
desfalleciente" mística. Su lógica anti-cronológica, desmembra al sujeto
sujetado al tiempo, además lo desancla del espacio.
Envolviéndolo en una re-teatralización de performance dadaísta que apunte al
"corte de sesión y la escansión del significante reductor".
$ujeto sin coordenadas del espacio en
cuanto fuera del plano en la habitación o espacio clínico. Las intervenciones
exceden el espacio de encuentro, lo traslada dadaistamente al gritar por la
ventanas palabras sueltas tipo Koan Budista bajo enigmas, dar portazos,
intervenir antes de atender frente a pacientes en espera o ni siquiera los deja
entrar, en un mismo espacio mantiene supervisión y pacientes diferentes en el
mismo lugar. Cuenta dinero mientras "escucha" al paciente. Roudinesco
(1986) aclara que Lacan: "Juega con
las más extremas posturas del tiempo, el espacio y el objeto. Así, por ejemplo,
es capaz de tomar en análisis a un paciente que sigue un trabajo de diván con
otro terapeuta u otro paciente de quien controla la práctica en relación a un
caso cuya práctica también supervisa simultáneamente. Hace variar hasta el
infinito la duración de las sesiones y su espaciamiento en el tiempo: de un
minuto a una hora o de una sesión por semana a diez por día. Hay que hacer
mover al analizando del sillón al diván y luego de una pieza a la otra (...)
Podía hablar sentado o incluso de pie. Cuando estaba en su escritorio, Lacan me
daba la espalda y leía, escribía, cosía fajos de billetes con grapas o hacía
nudos borromeanos (...) No se sienta en el sillón, camina arriba y abajo, da la
espalda al paciente, come, bebe y ríe a la vez que presta una fabulosa escucha
a ciertos significantes" (p.53-55)
Para colmo, corrompe todo espacio al
intervenir con sus mismos Seminarios, lanzando palabras para pacientes-oyentes,
en medio de su secta los pacientes se agalopan a sus tribunas esperando la
continuación de su tratamiento por alguna mención sugestiva hipnótica ante el
auditorio. Todo en uno al mismo espacio que Lacan corrompe.
M. Mannoni (1985) en el Posfacio de
Patrick Guyomard, explica: «Para muchos
de sus analizados, la práctica de Lacan era inseparable de su enseñanza. Era
posible a veces tener una o varias sesiones el mismo día o venir todos los días
(...) Además se operaba una especie de intercambio entre el seminario y
análisis. Si el analizado esperaba una palabra o una interpretación más que una
respuesta, solía buscarlas en el seminario. De ahí la ilusión de que Lacan le
hablaba a título personal y la función interpretativa o analizante del
seminario. Función que no es de sorprender, ya que emanaba de la necesidad,
seguramente vital para Lacan, de decir en un lugar y ante un analista
representado por el auditorio, algo que según él sólo podía ser elaborado si
era dicho en esas condiciones». Reiterando lo mismo, en cita al márgen
(n.48): "Parece indudable que Lacan encontraba ocasión de analizar dando
seminarios más que escribiendo."
Después de todo, según Ch. Melman
(2002): “en esta interlocución, no hay
intersubjetividad. No es un sujeto que se dirige a otros sujetos, es un sujeto
que encuentra su lugar oculto, su recinto, su virtualidad en el déficit, en el
agujero, en la falta que nos reúne". De la misma manera reitera
Anasagasti: "al confrontar al ser hablante con un agujero, un vacío, un
espacio en blanco en la cadena del significante, le sitúa, de forma traumática,
ante el riesgo de su desaparición, de su afánisis como sujeto
(p.108)".
Y como no podía ser de otra forma,
como siempre Lacan (1954) inventa cosas sobre Freud que NUNCA dijo: "escuchando a Freud hoy, que es la hiancia de
un vacío la que constituye el primer paso de todo su movimiento dialéctico"
(p.373)."
Leclaire (1972) en Argentina: «Nosotros no pensamos que la transferencia
sea la presencia de sentimientos reales. Nosotros consideramos como
transferencia lo que se despliega en el campo de nuestra no-respuesta al deseo
del paciente. (...) Nosotros no respondemos como persona humana (...) para no
tener necesidad de recurrir a esta especie de ambiente sentimental. El
sentimiento, por definición, es la confusión». R. Bernardi (2010) - El
psicoanálisis en Latinoamérica.
Ya todo se justifica por el derrumbe
del espacio-tiempo en su vacío-hiancia-agujero-falta, etc. Como ya mencionó
Lacan desde 1953, carcomer el campo imaginario para operar más limpiamente con
la "juntura" formalista simbólico-real, como pura reducción mística
fenomenológica (epojé) desprendida: "la
abstención del analista, su negativa a responder, es un elemento de la realidad
en el análisis. Más exactamente, es en esa negatividad en cuanto que es pura,
es decir, desprendida de todo motivo particular, donde reside la juntura entre
lo simbólico y lo real” (p.297)."
No negamos que podemos intervenir con
algún mail, mensaje, llamada o desde recintos comunitarios-residenciales, pero
son siempre bajo consentimiento, un mínimo acuerdo tiempo-espacial entre las
partes sin invadir y sugestionar dadaísta. El sujeto sujetado al tiempo-espacio
es ético y debemos respetarlo en su categoría kantiana básica.
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Conclusión
Obviamente no existe espacio sin
tiempo o al revés: Al expulsar-cortar sesión al paciente lo aborta del íntimo
espacio clínico y lo margina del tiempo. Con recortar letritas nos bastaría,
con apuntar a lo real sería "dirección de la cura".
¿Y si el paciente se suicida por dicha Dirección? No es culpa tuya... no
cediste a tu deseo, seguiste el rigor lógico formal de Lacan, pregúntenle a
Lucien Sebag... No caigamos en "Imaginarios" éticos...
Lacan interviene su "clínica"
pulverizando la fenomenología del tiempo y espacio. Destruye las coordenadas a
priori de Kant produciendo su dadaísmo performativo en su Clínica.
En resumen, expulsas
tiempo-espacio con libertinaje pleno a la atrocidad y faltas de ética. Para
Lacan y Lacanianos "eso es puro imaginario", "la emoción es mero
imaginario", "no ceder a la Demanda", etc. Pues no! la emoción
de asco, rabia es lo que nos cruje moralmente (no es imaginario al viento), no
basta con justificar a Lacan con que en análisis todo está permitido en El Nombre de la Lógica
"a-temporal" y "a-espacial" como pregona la secta new age
de Apola con Eidelsztein.
¿Pero cómo yo sé qué lógica hizo de Real para ese "Fin de
análisis"? Pues bueno... que PASE el siguiente PASE piramidal de secta que
se los explique; pague su matrícula para escalar en membresía y PASE a
"trascender el mundo mortal del tiempo y el espacio"... (repita la
"lógica" hasta que pague en Escuela).