lunes, 15 de noviembre de 2021

Castoriadis (1986) Contra modas Lacanianas ex-nihilo (increables) y lineas hegemónicas en Francia 60s y 70s

Cornelius Castoriadis (1986) en contra de las modas Lacanianas ex-nihilo (increables) y lineas francesas hegemónicas de los 60s y 70s.

"En el estructuralismo, quiso eliminarse la historia; en Francia, hace veinte años, la gente creía responderle a uno diciendo: pero lo que usted dice son consideraciones diacrónicas —sobrentendido: son "inferiores", no tienen interés, no se refieren a la "estructura" (...) No es casualidad que el terreno privilegiado del estructuralismo hayan sido las sociedades arcaicas, en donde la dimensión diacrónica fuente de creación, de autocreación, de autoalteración ha sido, en diversos grados, ultralenta, y de todas maneras, precisamente, perdida para nosotros. En todo caso, para que el estructuralismo pueda tomarse en serio, debemos suponer que en cada sociedad, en todas partes en donde hay seres humanos, existe un "alfabeto" elemental -idéntico en todas partes- de elementos incambiables, increados (puesto que increables en el futuro, inalterables: futuro "retrospectivo"), como puede suponerse que descubre la fonología para todos los fonemas posibles de todas las lenguas"

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Lacan hendido, embarazado, dividido, escindido, -justo entre-



Lo que expondré a continuación sobre lo hendido, dividido, -"entre"-, escindido de Lacan, para algunos les parecerá ocioso o de mero chisme. No obstante, no siempre es posible separar absolutamente 100% lo biográfico de lo teórico perfectamente purificado. Pues si aceptamos la hipótesis de lo inconsciente: un síntoma-obra aguarda relación al deseo-historia propia. La resistencia siempre estará ahí si uds quieren: "yo separo absoluto-total las ideas de la persona", dirán sus acérrimos defensores ortodoxos, pues bien, siendo así, con toda libertad eliminemos la complejidad inconsciente si nos quedamos solo con eso. Reprimamos también Lucien Sebag y Pierre Soury, etc...

Según detalla en su investigación y entrevistas, E. Roudinesco (1993) nos introduce diciendo: «Lacan era a la vez tiránico y seductor, inquisidor y angustiado, farsante y obsesionado por la verdad, cosas todas ellas que lo hacían inadecuado para esa fidelidad conyugal que habría deseado Malou».
Explayándose sobre la infidelidad, Roudinesco lo describe a partir de los embarazos de Malou: «Su relación con Sylvia empezó pues veintiún meses después del nacimiento de Caroline, y justo en el momento en que Malou descubría que estaba encinta de Thibaut». Continúa Roudinesco comentando que: «En agosto de 1939, Malou había dado a luz un niño al que dio el nombre de Thihaut. No ignoraba que Jacques le era infiel desde hacía mucho tiempo, pero parecía no saber que en el mismo momento en que se había declarado su embarazo había tenido lugar el famoso flechazo entre Sylvia y Jacques. A partir de ese día, los dos amantes no se habían separado más, pero Lacan no confesó a Malou la importancia de esa relación. Siguió como si nada cumpliendo con sus obligaciones. Afectado a su nacimiento de una estenosis del píloro, Thibaut tuvo que sufrir una pesada intervención quirúrgica». Por otro lado, Roudinesco refiere que «a fines de la primavera de 1940 Lacan fue destinado como médico auxiliar al hospital de los franciscanos de Pau. Fue hacia entonces cuando Malou tomó realmente conciencia del drama que estaba viviendo. Progresivamente, Lacan se había apartado de ella y era con Sylvia con quien compartía las alegrías de una nueva existencia y conocía nuevos amigos.»

En sus intentos de salvar su relación, Roudinesco (1993) señala que: «Hacia fines del verano, Malou había ido a ver a Lacan para pedirle que rompiera su relación con Sylvia. No consiguiendo ninguna decisión positiva, le dio un plazo de un año, al término del cual exigía que regresara con ella». Añadiendo que: «En octubre, al enterarse de que Sylvia esperaba un niño, Lacan no vaciló en anunciar la buena nueva a Malou. Todo dichoso ante la idea de esa paternidad por venir, quería hacer compartir su alegría a su mujer legítima, sin preocuparse del hecho de que ésta, encinta a su vez de ocho meses, estaba a punto de dar a luz. Ya muy estragada por la existencia de esa relación a la que había intentado en vano poner término, no soportó la crueldad del que seguía amando y se desmoronó bajo el peso de la humillación.»

De esta forma, Roudinesco (1993) reitera lo "tiránico" y "farsante" de Lacan en: «como lo subraya muy bien Georges Bernier, "era de una sangre fría admirable con las historias de mujeres." Así que siguió con su vaivén entre París y Marsella». Por lo que añade Roudinesco «En cuanto al divorcio solicitado por Malou, fue pronunciado el 15 de diciembre de 1941. Jacques no se tomó el trabajo de ir a la junta de conciliación. A los ojos de la familia Blondin simplemente había "desaparecido"»

Según lo detallado por Miguel Ángel Sánchez Hernández (2018) Sylvia no se había divorciado de su marido cuando nació su hija Judith: "El tres de julio de 1941 nace Judith Sophie Bataille, hija de Lacan pero con el apellido del aun marido de Sylvia, puesto que si bien estaba separada amistosamente de Bataille desde el 1934, seguía oficialmente casada con él. Por su lado Lacan seguía con una relación con Malou basada en el equívoco y lo no dicho, nunca había decidido la separación, la ruptura no había emanado de él."

Continuando con lo investigado por Roudinesco: «Malou había conseguido que Lacan renunciara a su autoridad paterna. Pensaba castigarlo así por haberla abandonado. Pero, aun siendo ella misma quien quiso el divorcio, decidió ocultar la verdad a sus hijos. Creía actuar "por el bien de ellos". Durante varios años, después de la guerra, no supieron que su padre vivía con Sylvia y que se había casado con ella. Ignoraron también la existencia de su medio hermana Judith. Jacques Lacan se prestó a ese juego con lo no-dicho y de perfecto conformismo burgués».

En resumen, Roudinesco remite la rutina escindida y dividida del $ujeto Lacan: «Todos los jueves él iba a comer a la calle Jadin, en el modesto apartamento del Decimoseptimo distrito donde ella se había instalado con Caroline, Thibaut y Sibylle. La mayor parte del tiempo pasaba como una centella, estaba todo tieso y parecía molesto de tener que afrontar semejante situación. Le pasaba una pensión poco elevada que no bastaba para la educación de los niños. Por eso ella decidió trabajar. Dibujó pañoletas, después ilustraciones para libros de la condesa de Ségur.»
Está división escindida del $ujeto Lacan, lo vemos según enuncia Miguel Sánchez (2018): "En 1940 Malou tomó conciencia realmente del drama que estaba viviendo, Lacan se había apartado de ella y era con Sylvia con quien compartía su vida y amigos. Pero él seguía dividiendo su tiempo entre las dos mujeres, incluso después de que Sylvia se tuviera que desplazar al sur de Francia, él seguía cruzando el país para estar con ella cada dos semanas. En octubre Lacan se entera que Sylvia espera a un niño, y sin más le dice a Malou la buena nueva, esta se desmoronó bajo el peso de la humillación, le solicita el divorcio. El 26 de septiembre nace la niña Sibylle, tercer hijo de Lacan. A principios de 1941
Lacan se instala en el número 5 de la calle Lille, donde se quedará hasta su muerte. Se la recomienda Bataille".

A $u manera dividida escindida, como lo de$cribe Miguel Sánchez (2018): "Durante varios años después de la guerra, Malou decidió ocultar la separación a sus hijos, hizo lo posible por mantener las apariencias, cosa que fomentaba Lacan con su no decir. Todos los jueves iba almorzar al pequeño apartamento de Malou, le pasaba una corta pensión que obligó a trabajar a ella. De sus hijos, fueron los pequeños quien más sufrieron de este engaño, padeciendo dificultades de integración e identitarias.
Esta simulación llega hasta prácticamente los preparativos de la boda de Carolina, donde deciden poner fin al reino de la simulación.
En esas contradicciones de Lacan podemos ver como él de un ateísmo tan claro, sobre todo después de la guerra, introduce a Judith en un colegio religioso y hace la primera comunión."

Hubieron tropiezos, actos fallidos que "triunfan" en lo hendido tales como menciona Roudinesco: «En 1949 les sucedió una aventura terrible. Un jueves, Thibaut había ido con Sibylle a pasar la tarde en el Jardín de Aclimatación. En el camino de regreso vieron detenerse un coche delante de un paso de peatones. En un instante, reconocieron a través del parabrisas a su padre sentado al volante. Al lado de él estaba una mujer y en el asiento de atrás una niña. Se acercaron gritando: "¡Papá!, ¡papá!" Lacan les lanzó entonces una mirada sorprendida, después desvió los ojos como si no hubiera visto nada. Arrancó y desapareció en el río de la circulación. Tal fue el primer encuentro fallido de los hijos de Lacan con Sylvia y Judith. Cuando contaron su malaventura a Malou, les contestó agriamente que era evidente que Lacan no los había reconocido ni oído. Así protegía la conducta de un padre que quería que siguiera siendo conforme con la imagen que se había forjado de él. Sibylle olvidó el incidente, pero Thibaut, por el contrario, lo conservó intacto en su memoria.»

Para finalizar según lo aportado por Sánchez (2018): "El número cinco de la calle Lille era un cúmulo de estancias que al final de la vida de Lacan era un enjambre en las horas de consulta, que eran casi todas, en ocasiones recibía en bata y zapatillas a primera hora de la mañana para luego cambiarse y asearse. Todo era una sea de espera, puesto que al final no daba hora fija, las sesiones rara vez duraban más de diez minutos.
La mayor parte del tiempo recibía en su domicilio al peluquero, el sastre, etc, mientras atendía. Pero para el almuerzo salía al número tres con Sylvia.
Al final con tanto trasiego de pacientes, de control, de gente que quería solo conocerlo o traerle algo sobre los nudos, que Gloria tuvo que hacer unas fichas de identidad que conservaba ella."

Pd: En la foto son Lacan y Sylvia en su matrimonio de Julio 1953. A la derecha el matrimonio de Malou con Lacan, Enero 1934.