sábado, 25 de diciembre de 2021

Temáticas y aportes del Libro: El regreso a Freud tras el extravío de Lacan

 Algunos aportes de mi Libro El regreso a Freud tras el extravío de Lacan, por mencionar unas cuantas:
- Redefinir la diferencia entre Represión Originaria y Represión Primaria (junto a la Represión Secundaria y la Escisión kleiniana).
- Distinguir los S.P de la Representación-cosa y de la Representación-objeto en Freud.
- Emplear Metapsicología de Freud para diferenciar proyecciones defensivas del Trauma, la Fobia y Paranoia.
- Desarrollar el concepto de Fragmentación o pulverización como defensa súbita.
- Detallar ejemplos clínicos del Fort-Da en Freud y contemporáneos.
- Diferenciar la Escisión del Yo en Freud frente a la escisión del yo en Klein.
- Profundizar el Yo-piel de Freud con autores contemporáneos.
- Aclarar distinciones entre evacuación/proyección y de la alucinación/introyección.
- Rescatar el valor invaluable del psicoanálisis Bioniano de Chile para trabajo clínico.
- Integrar los aportes fantásticos de Piaget al psicoanálisis desde la psicomotricidad.
- Salvar y rescatar los autores de la Escuela Francesa NO Lacaniana.
- Criticar el mediocre punto de almohadillo o punto de capitonado de Lacan (S.3 y S.5).
- Criticar la mágica new age del das Ding (S.6 y S.7).
- Criticas al Fonocentrismo y mística del vacío-nada-agujero ex-nihilo a lo largo de la obra de Lacan.
- Críticas al Conductismo del Corte de sesión y la posición semblante.
- Criticar, denunciar, exponer al detalle la paupérrima ontología de Lacan y sus nefastos efectos clínicos (empleando Seminarios y Escritos, junto a variados autores Lacanianos contemporáneos).

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Piaget VS Foucault

Piaget fue un versado estudioso de la semiótica a fines de los años 20s, como son sus experimentos en la comunicación entre madre y bebé. Luego depuró las diferencias entre "significante", "símbolo" y "signo" en los años 40s en sus estudios con niños (junto a sus estudios sobre el simbolismo del juego en la obra Freud: Fort-Da y fantasías).

Piaget era ávido lector (sería una lista interminable los saberes de los cuales fue experto), leyó entre otros, Las palabras y las cosas de Foucault, algo poco de Lacan (e incluso Maturana). Pero desde los años 30s, Piaget ya tenía profundos conocimientos de la lingüística estructural.
 
Cito a Piaget al respecto:
"El principio según el cual el significante no tiene nada en sus caracteres fónicos que recuerde el valor o el contenido de su significado. Esta afirmación de la arbitrariedad del signo, que ya había sido matizada por Jespersen, fue recientemente puesta en duda por Jakobson, pero Saussure respondió por adelantado a esas objeciones al distinguir él mismo lo “relativamente arbitrario” de lo “radicalmente arbitrario”.
 
"Mientras que Bloomfield y sus colaboradores desarrollaron una lingüística esencialmente descriptiva y taxonómica, fundada en métodos distribucionales, prolongando el estructuralismo sincrónico saussuriano, éste encontró nuevas formas con el estudio de la fonología. El juego de las “oposiciones” (o dicotomías en seno de una clase) concernía sobre todo hasta entonces a las relaciones entre significantes y significados, mientras que con Troubetzkoy se edifica un sistema de oposiciones fonológicas, definiéndose el fonema en función de éstas, y ese estructuralismo se afina incluso con el sistema de los elementos diferenciales de Jakobson. Con la glosemática de Hjelmslev, seguida por V. Bróndal y Togeby (sin hablar de los “campos semánticos” de J. Trier), la estructura se vuelve una “entidad autónoma de dependencias internas”, y si “detrás de todo proceso se debe encontrar un sistema”, el proceso no es más que el paso de un sistema a un otro, paso no formador sino debido a la imposición adquirida por el segundo sistema en virtud de interacciones puramente sincrónicas."
 
"Las “estructuras” no han matado al hombre ni a las actividades del sujeto. Cierto, debemos entendernos de los malentendidos sobre lo que se hace llamar “sujeto”, que han sido acumulados por ciertas tradiciones filosóficas (...) se debe oponer a la toma de conciencia, siempre fragmentaria y frecuentemente deformante, lo que alcanza a hacer el sujeto en sus actividades intelectuales, cuyos resultados conoce y no el mecanismo. Pero si se disocia así al sujeto del “yo” y de lo “vivido”, faltan sus operaciones, es decir, lo que extrae por abstracción reflexionante de las coordinaciones generales de sus acciones (...) Sostener entonces que el sujeto ha desaparecido para dar lugar a lo impersonal, sería olvidar que la actividad del sujeto supone una continua descentración que lo libera de su egocentrismo intelectual espontáneo en favor, no precisamente de un universal hecho y exterior a él, sino de un proceso ininterrumpido de coordinaciones y de reciprocidades. Ahora bien, este mismo proceso es generador de las estructuras en su construcción o reconstrucción permanentes: no existe estructura sin una construcción, sea abstracta o genérica."
 
"No es exagerado calificar el estructuralismo de Foucault de estructuralismo sin estructuras. Retiene del estructuralismo todos sus aspectos negativos: la desvalorización de la historia y de la génesis, el desprecio de las funciones y, en un grado inigualado hasta ahora, la negación del sujeto mismo, ya que el hombre desaparecerá pronto. En cuanto a los aspectos positivos, sus estructuras son sólo esquemas figurativos y no sistemas de transformaciones que se conservan necesariamente por su autoajuste. El único punto fijo en este irracionalismo final de Foucault es el recurso al lenguaje, concebido como dominador del hombre, porque es exterior a los individuos: pero aun “el ser del lenguaje” permanece voluntariamente para él como una especie de misterio del cual le gusta sólo subrayar la “enigmática insistencia” (...) hace evidente la imposibilidad de alcanzar un estructuralismo coherente al desligarlo de todo constructivismo."
 
"Si el sujeto de conocimiento no ha sido eliminado por el estructuralismo y si sus estructuras son inseparables de una génesis, es evidente que el concepto de función no ha perdido su valor y permanece implicado en la autorregulación de la cual proceden las estructuras."
"El inconsciente freudiano, cuyo valor Foucault aprecia aún más, porque anuncia el fin del hombre, en el sentido de una disolución de su conciencia como objeto de estudios erróneamente privilegiados. Foucault olvida aquí que la vida cognitiva entera es solidaria de estructuras igualmente inconscientes."
 
- Antes de continuar con Piaget, recordemos que para Lacan (1956) la Dirección de la Cura es donde "el analista interviene concretamente en la dialéctica del análisis haciéndose el muerto, cadaverizando su posición, como dicen los chinos, ya sea por su silencio allí donde es el Otro [Autre], con una A mayúscula, ya sea anulando su propia resistencia allí donde es el otro [autre], con una a minúscula. En los dos casos, y bajo las incidencias respectivas de lo simbólico y de lo imaginario, presentifica la muerte. Pero además conviene que reconozca, y por lo tanto distinga, su acción en uno y otro de esos dos registros para saber por qué interviene, en qué instante se ofrece la ocasión y cómo actuar sobre ello" (p.405).
Ampliando su relación con la muerte, Lacan (marzo, 1961) en su Seminario 8, define que esto “nos permite, al menos, concebir que algo de esto sea posible, y que efectivamente pueda haber alguna relación del analista con Hades, la muerte, como lo ha escrito en el primer número de nuestra revista una de mis alumnas, con la más bella altura de tono. ¿Juega él o no con la muerte? Por otra parte, yo mismo he escrito que, en esa partida que es el análisis, y que seguramente no es estructurable únicamente en términos de partida entre dos, el analista juega con un muerto. Volvemos a encontrar ahí ese rasgo de la exigencia común, que debe haber en ese pequeño otro que está en él algo que sea capaz de jugar el muerto”.
Otro ejemplo, es el que Bernardi (2010) exponiendo la conferencia que S. Leclaire en 1972 dió en Argentina: “Nosotros no pensamos que la transferencia sea la presencia de sentimientos reales. Nosotros consideramos como transferencia lo que se despliega en el campo de nuestra no-respuesta al deseo del paciente. (...) Nosotros no respondemos como persona humana (...) para no tener necesidad de recurrir a esta especie de ambiente sentimental. El sentimiento, por definición, es la confusión” (p.56-57).
Para la Clínica, de igual modo lo comprendía Foucault (1966): "Todo saber analítico está, pues, invenciblemente ligado a una práctica, a esta estrangulación de la relación entre dos individuos, en la que uno escucha el lenguaje del otro, liberando así su deseo del objeto que ha perdido (haciéndole entender que lo ha perdido) y liberándolo de la vecindad siempre repetida de la muerte (haciéndole entender que un día morirá)" (p.368).
 
- Volviendo en respuesta, Piaget critica a Foucault declarando que “al generalizar los poderes del lenguaje mismo, en el juego de sus posibilidades tensas hasta el extremo, lo que se anuncia es que el hombre está “terminado” y que, al llegar a la cima de toda palabra posible, no llega al corazón de sí mismo, sino al borde de lo que lo limita: en esta región en la que ronda la muerte, en la que el pensamiento se extingue".
 
Una vez más (antes de proseguir con Piaget) rememoremos en el Seminario 2 de Lacan, la incomodidad que sentía O. Mannoni frente a las formulaciones de lo Simbólico en Lacan:
“O. MANNONI: Lo que me molesta es que tengo la sensación de que este doblez imaginario no corta solamente, sino que es el alimento indispensable del lenguaje simbólico, y que el lenguaje, si se lo priva completamente de ese alimento, se convierte en la máquina, es decir, en algo que deja de ser humano.
[Lacan:] Nada de sentimiento. No vaya a decir que la máquina es una malvada y estorba nuestra existencia. No se trata de eso. La máquina es únicamente la sucesión de los pequeños 0 y los pequeños 1, y además, el problema de si es humana o no está totalmente resuelto: no lo es. Sólo que también hay que averiguar si lo humano, en el sentido en que usted lo entiende, es tan humano.
O. MANNONI: Es una cuestión muy grave.
[Lacan:] Sin embargo la noción de humanismo, sobre el cual no les daré un seminario, me parece bastante cargada de historia para que podamos considerarla como una posición particular realizada en un campo totalmente localizado de lo que Imprudentemente seguimos llamando humanidad” (p.471).
 
- Ahora regresando con Piaget dice:
"Una de las razones de esta extinción cercana es curiosamente buscada por Foucault en el estructuralismo mismo, el cual se abre “a la posibilidad y también a la tarea de purificar la vieja razón empírica por la constitución de lenguas formales y de ejercer una segunda crítica de la razón pura a partir de nuevas formas del a priori matemático.” Así, al generalizar los poderes del lenguaje mismo, en el juego de sus posibilidades tensas hasta el extremo, lo que se anuncia es que el hombre está “terminado” y que, al llegar a la cima de toda palabra posible, no llega al corazón de sí mismo, sino al borde de lo que lo limita: en esta región en la que ronda la muerte, en la que el pensamiento se extingue en la que la promesa del origen retrocede indefinidamente."
 
"De hecho, a partir de una mezcla de formalización lógico-matemática (que trata de los algoritmos, las funciones recursivas, los códigos, y sobre todo de la estructura elemental monoide, fundada en el orden y la asociatividad operativos), de lingüística general (que trata sobre todo de la sintaxis como el componente creador) y de la psicolingüística (conocimiento implícito que los habantes tienen de su propia lengua) Chomsky llegó a su concepción de la estructura lingüística".
 
"En los terrenos de la afectividad y del simbolismo inconsciente, Ch. Bally se había ocupado, ya hace bastante tiempo de lo que llamaba el “lenguaje afectivo”, cuya función es reforzar la expresividad que se usa continuamente en la lengua corriente: pero la “estilística” de Bally mostraba ante todo, en este lenguaje afectivo, una desintegración de las estructuras normales de la lengua. Al contrario, uno se puede preguntar si la afectividad no tiene su lenguaje propio, hipótesis que, bajo la influencia de Bleuler y de Jung, Freud defendió finalmente. Parece entonces que estamos aquí en un terreno sin relación directa con la lingüística, aunque evidentemente es importante para la función semiótica y para una semiología general.
Ahora bien, recientemente J. Lacan ha sido el primero en pensar que todo psicoanálisis pasa por un lenguaje, el del analista, que por supuesto, suele hablar poco. Centrado en esta nueva idea, Lacan se inspiró en el estructuralismo lingüístico y en modelos matemáticos conocidos para extraer nuevas estructuras de transformaciones, realizando la apuesta de hacer entrar lo irracional del inconsciente y lo inefable de los símbolos íntimos en el molde de un lenguaje normalmente destinado a expresar lo comunicable."
 
Finalmente, Piaget concluye sobre Foucault que: "sólo guarda del estructuralismo corriente los aspectos negativos sin que se llegue a discernir en su “arqueología de las ciencias humanas” (es el subtítulo del volumen) otra cosa que la búsqueda de arquetipos conceptuales relacionados principalmente con el lenguaje. Foucault la toma sobre todo contra el hombre y considera las ciencias humanas como el simple producto momentáneo de estas “mutaciones”, “a priori históricas” o episteme que se suceden sin orden en el transcurso del tiempo. En efecto, nacido en el siglo xix, este estudio científico del hombre desaparece de muerte natural sin que se pueda prever por cuál nueva episteme será remplazado."
 
Pd: Por si acaso, con esta publicación yo no concluyo que el debate con Foucault finalice en favor de Piaget. Al menos, hasta fines de los 60s Piaget destruye a Foucault. PERO! desde 1973, especialmente en 1981 el mismo Foucault pule varias de sus ideas y ya no es posible decidir que Piaget sería mejor que Foucault epistemológicamente en todos los ámbitos. Piaget no leyó las obras de Foucault desde los 70s y 80s, solo la de los 60s.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Deleuze & Guattari VS Leclaire (1972)

Debate en 1972 luego de publicarse el Libro Anti-Edipo:
Dentro de los Lacanianos de época, Leclaire sin duda mejoró varios aspectos no pulidos por Lacan, no obstante, no fue más allá de Lacan y permaneció hasta el final fagocitado en toda su teología fonocéntrica y Logos del Vacío. En el mismo debate tanto otros filósofos y antropólogo defienden a Deleuze & Guattari frente las críticas de Leclaire en su lacanismo.
 
El debate tiene añadido comentarios míos (Diego:) en paréntesis.
 
(Comentario Diego: Leclaire comienza alardear de doctrina lacaniana y pone como principal eje a su conveniencia las piezas lacanianas para abrir discusión:)
- S. Leclaire: La menor experiencia psicoanalítica muestra que el objeto parcial no puede definirse más que «diferentemente» y «con respecto al significante».
En lo que respecta al deseo, en relación con el cual pretende superar al psicoanálisis, aportando a la sociedad una buena nueva, no puede, repito, más que perder su objeto.
Este uso del objeto parcial como pieza esencial de la máquina deseante hay algo que me parece muy importante: cuando ustedes intentan «definirlo », dicen: el objeto parcial sólo se puede definir positivamente. Esto es lo que me asombra. En principio, ¿en qué difiere esencialmente la cualificación positiva de la imputación negativa que denuncian?
 
- F. Guattari-: No pienso que deba situarse el objeto parcial positiva ni negativamente sino más bien como participación en multiplicidades no totalizables.
La función fálica, según Lacan, en la medida en que sobrecodifica los objetos parciales, no acaba restituyéndoles una cierta unidad y, al redistribuir entre ellos una carencia, no remite a otra forma de totalización, simbólica en este caso.
Al convertirse en objeto «a», el objeto parcial se destotaliza, se desterritorializa, se aparta definitivamente de la corporeidad individuada; está en condiciones de desplazarse hacia las multiplicidades reales y de abrirse a toda clase de maqumismos moleculares que atraviesan la historia.
 
- G. Deleuze: Mantenemos una relación peculiar con Leclaire: hay un texto suyo sobre «La realidad del deseo» que, antes que nosotros, ya trabajaba en el sentido de un inconsciente- máquina y que descubría elementos últimos del inconsciente de carácter no figurativo ni estructural.
¿No utiliza el psicoanálisis el objeto parcial para establecer sus ideas de carencia, de ausencia o de significante de la ausencia, y para fundamentar sus operaciones de castración? Es el psicoanálisis quien, incluso cuando invoca las nociones de diferencia o de diferente, se sirve del objeto parcial de forma negativa para anclar el deseo a una máquina fundamental. Esto es lo que reprochamos al psicoanálisis: una concepción piadosa, con la carencia y la castración, una especie de teología negativa que comporta un llamamiento a la resignación infinita (la Ley, lo imposible, etcétera). Contra esto, proponemos una concepción positiva del deseo como deseo que produce, no deseo que carece de algo.
 
(Comentario Diego: A Leclaire le resulta fundamental la Binariedad o los pares-opuestos simplificadores del lacanismo)
- S. Leclaire-: Pero el concepto de objeto «a», en Lacan, forma parte de una cuaterna que comprende el significante, como mínimo doble (SI y S2) y el sujeto (S tachada). La verdadera diferencia, si tuviéramos que rescatar esta expresión, se situaría entre el significante, por una parte, y el objeto «a», por la otra (...) No creo que puedan ustedes mantener una tesis, un proyecto, una acción o un «cacharro» sin introducir en algún momento una dualidad y todo lo que ella comporta.
(Comentario Diego: Aquí Guattari echa pie atrás de lo que entendía por Lacan y duda que lo propuesto por Lacan sea lo que refirió anteriormente)
 
-F. Guattari: No estoy seguro de que el concepto de objeto «a» en Lacan sea otra cosa que un punto de fuga, exactamente una huida del carácter despótico de las cadenas significantes.
(Comentario Diego: Dogmáticamente reitera su filiación al lacanismo y su monismo del significante o fonocentrismo epistémico)
 
S. Leclaire.-: Los elementos «significantes» tienen efectos sobre el propio objeto. Si queremos comprender algo de lo que pasa en la máquina social en el terreno del deseo, hemos de atravesar este desfiladero que hoy por hoy constituye el objeto.
 
(Comentario Diego: R. Pividal le reprocha a Leclaire su lectura parcialista y no afrontar el debate que invita Deleuze y Guattari)
-Raphaél Pividal-: Usted, Leclaire, ha hecho varias intervenciones algo descorazonadas con respecto a lo que decía Guattari, porque el libro plantea de forma fundamental la práctica del análisis, de su oficio en algún sentido, pero usted ha enfocado el problema de forma parcial. No se ha hecho cargo de él más que traduciéndolo a su lenguaje, que es el de las teorías que usted ha desarrollado y en las cuales usted privilegia el fetichismo, es decir, lo parcial. Usted se refugia en este tipo de lenguaje para llevar a Deleuze y Guattari a cuestiones de detalle. Pero no dice usted nada de todo lo que en El Anti-Edipo concierne al nacimiento del Estado, al papel del Estado o a la esquizofrenia. No dice nada de su práctica diaria. Ciertamente, no es que se le acuse a usted, a Serge Leclaire, pero es a este punto al que hace falta responder: las relaciones del psicoanálisis con el Estado, con el capitalismo, con la historia, con la esquizofrenia.
 
(Comentario Diego: Pierre Rose concuerda en su crítica a la santa trinidad del lacanismo)
-Pierre Rose.-: Cuando aborda la política, legitima con toda franqueza la opresión. Éste es el juego de manos por el cual la subversión del Sujeto al que se supone el saber se pliega a la sumisión de la nueva trinidad trascendental de la Ley, el Significante y la Castración: «la Muerte es la vida del Espíritu, ¿para qué rebelarse?» La cuestión del Poder quedaba borrada por la ironía conservadora del hegelianismo de derechas que, desde Kojéve hasta Lacan, socava la cuestión del inconsciente.
 
(Comentario Diego: Por su parte Pierre Castres lo felicita como etnólogo:)
-Pierre Castres.-: garantiza a la empresa de Deleuze y Guattari su coherencia, que es muy fuerte, suministrando a su demostración puntos de apoyo no-occidentales (al tomar en cuenta a las sociedades primitivas y a los imperios bárbaros). Si los autores se limitasen a decir: en el capitalismo, las cosas funcionan así y así, mientras que en otro tipo de sociedades funcionan de otra manera, no habrían abandonado el terreno del comparativismo más plano. Pero no es así, porque han mostrado «cómo funciona de otra manera ». El Anti-Edipo es también una teoría general de la sociedad y de las sociedades.
En otras palabras, Deleuze y Guattari han escrito sobre los Salvajes y los Bárbaros lo que los etnólogos no han sido capaces de escribir (...) El ejemplo del Imperio Inca ilustra perfectamente el punto de vista de Deleuze y Guattari. Dicen cosas muy bellas sobre el sistema de la crueldad como escritura sobre el cuerpo en los Salvajes y sobre la escritura como modalidad del sistema del terror en los Bárbaros. Me parece que un etnólogo debería sentirse en El Anti-Edipo como en su casa.
 
- G. Deleuze.-: ¿Cómo se derivan nuestros amores de la historia universal (y no de papá-y-mamá)? A través de una mujer amada o de un hombre amado, se ocupa, de maneras que pueden ser muy diferentes, todo un campo social. Intentamos mostrar cómo los flujos recorren diferentes campos sociales, a dónde desembocan, cómo se cargan (codificación, sobrecodificación, descodificación).
Podría decirse que el psicoanálisis es quien menos ha contribuido a hacer aflorar este dominio, por ejemplo con sus ridiculas explicaciones del fascismo, al pretender deducirlo todo a partir de las imágenes del padre y de la madre, o de significantes familiaristas y piadosos como el Nombre del Padre (...) ha aplastado toda la dimensión política y económica de la libido mediante un código conformista.