domingo, 8 de marzo de 2020

Freud y lo Femenino

En primer lugar admiro muchísimo la obra de Freud, creo que es insuperable todavía en la mayoría de sus aspectos, pero eso no quita que tenga consigo un surtido de ideas mediocres aún para su época que deben criticarse.
En contra de los ortodoxos que aún pululan por ahí justificando y validando o bajando el perfil al sexismo de S. Freud. Para los aventureros ortodoxos a-criticos que defiendan lo indefendible: Otros como el Lacaniano Luciano Lutereau dicen absurdamente que "El Psicoanálisis es el Feminismo antes del feminismo".

La obra de Freud fue increíblemente influenciada por J.S Mill, libertario que promulgaba la igualdad de género e incluso el Aparato Psíquico creado por Freud, se lo debemos en gran medida a este filósofo, Freud fue un ávido de lector de filósofos y de forma cretina no lo reconoció (así como a muchos filósofos, Freud evade el reconocerles su lugar como Schopenhauer y a Spinoza) y para peor no le reconoció como es debido la igualdad de género de este filósofo y tuvieron que ser muy posteriormente grandes psicoanalistas feministas como Karen Horney que pusieron en su lugar las propuestas de Freud sexistas conservadoras

A modo introductorio antes de las citas correspondientes, diremos que ideas, conceptos o términos como: La Envidia del pene (sentirse castrada por no crecerle, yo prefiero llamarlo la versión misógena del complejo de inferioridad de Adler), orgasmo clitoriano como "inmaduro" frente al "maduro" vaginal, pequeño varoncito con su pequeño pene clítoris, deseo de tener un pene mudado por el de tener un hijo del padre, sus comentarios sobre la menopausia, etc. Por suerte Karen Horney destruyó estas basuras, que en la época otros intelectuales ya criticaban.

 
Algunas citas de la Obra de Freud al respecto:
" Esto se aprecia mejor respecto de los vínculos entre «hijo» y «pene». Tiene que poseer algún significado el hecho de que ambos puedan ser sustituidos por un símbolo común tanto en el lenguaje simbólico del sueño como en el de la vida cotidiana. Al hijo y al pene se los llama el «pequeño» {«das Kleine»}. Es bien sabido que el lenguaje simbólico suele prescindir de la diferencia entre los sexos. El «pequeño», que originariamente mentaba al miembro masculino, puede pasar a designar secundariamente el genital femenino". (Freud, 1915)

"Si se investiga con la suficiente profundidad la neurosis de una mujer, no es raro toparse con el deseo reprimido de poseer un pene como el varón. Un fracaso accidental en su vida como mujer, que en sí mismo es hartas veces consecuencia de una fuerte disposición masculina, ha reactivado este deseo infantil (que clasificamos como «envidia del pene» dentro del complejo de castración)"
Freud 1915.

"Primero quisieron tener un pene como el varón y en una época posterior, siempre dentro de la infancia, apareció en su remplazo el deseo de tener un hijo."


"Si se investiga con la suficiente profundidad la neurosis de una mujer, no es raro toparse con el deseo reprimido de poseer un pene como el varón. Un fracaso accidental en su vida como mujer, que en sí mismo es hartas veces consecuencia de una fuerte disposición masculina, ha reactivado este deseo infantil (que clasificamos como «envidia del pene» dentro del complejo de castración"
 
"Esto se aprecia mejor respecto de los vínculos entre «hijo» y «pene». Tiene que poseer algún significado el hecho de que ambos puedan ser sustituidos por un símbolo común tanto en el lenguaje simbólico del sueño como en el de la vida cotidiana. Al hijo y al pene se los llama el «pequeño» {«das Kleine»}. Es bien sabido que el lenguaje simbólico suele prescindir de la diferencia entre los sexos. El «pequeño», que originariamente mentaba al miembro masculino, puede pasar a designar secundariamente el genital femenino"


"Primero quisieron tener un pene como el varón y en una época posterior, siempre dentro de la infancia, apareció en su remplazo el deseo de tener un hijo."
¿Qué lugar machista le asigna subjetivamente
a la mujer? ser una esclava madre en su destino.
Reitero, aunque admire MUCHO a Freud, al menos tengo la capacidad de criticar sus basuras cuando corresponda.

 
"Cuando el interés por la caca retrocede de manera normal, la analogía orgánica aquí expuesta hace que aquel se trasfiera al pene. Si luego en la investigación sexual se averigua que el hijo ha nacido del intestino, él pasará a ser el principal heredero del erotismo anal, pero el predecesor del hijo había sido el pene, tanto en este como en aquel sentido.

"Con el advenimiento del pene nace en la niñita la envidia del pene, que luego se traspone en deseo del varón como portador del pene. Antes, todavía, el deseo del pene se ha mudado en deseo del hijo, o este último ha remplazado a aquel. Una analogía orgánica entre pene e hijo (línea de puntos) se expresa mediante la posesión de un símbolo común a ambos (el «pequeño»)."

"Ahora tenemos que admitir que la niña pequeña es como un pequeño varón. Según es sabido, esta fase se singulariza en el varoncito por el hecho de cjue sabe procurarse sensaciones placenteras de su pequeño pene".

"Ahora tenemos que admitir que la niña pequeña es como un pequeño varón. Según es sabido, esta fase se singulariza en el varoncito por el hecho de que sabe procurarse sensaciones placenteras de su pequeño pene".

 
"Pero fue una sorpresa enterarse, por los análisis, que la muchacha hace responsable a la madre de su falta de pene y no le perdona ese perjuicio."

"Se siente gravemente perjudicada, a menudo expresa que le gustaría «tener también algo así», y entonces cae presa de la envidia del pene, que deja huellas imborrables en su desarrollo y en la formación de su carácter, y aun en el caso más favorable no se superará sin un serio gasto psíquico".

"La importancia de la envidia del pene es indudable. Acaso lo juzguen un ejemplo de injusticia masculina si asevero que envidia y celos desempeñan en la vida anímica de las mujeres un papel todavía mayor que en la de los varones".

"El contenido esencial de la primera es que la niña pequeña, que hasta ese momento había vivido como varón, sabía procurarse placer por excitación de su clitoris y relacionaba este quehacer con sus deseos sexuales, con frecuencia activos, referidos a la madre, ve estropearse el goce de su sexualidad fálica por el influjo de la envidia del pene. La comparación con el varón, tanto mejor dotado, es una afrenta a su amor propio; renuncia a la satisfacción masturbatoria en el clitoris, desestima su amor por la madre".

Por último y no menos importantes, el rol de la mujer subjetiva sería en Freud: "Sólo la relación con el hijo varón brinda a la madre una satisfacción irrestricta; es en general la más perfecta, la más exenta de ambivalencia de todas las relaciones humanas. La madre puede trasferir sobre el varón la ambición que debió sofocar en ella misma, esperar de él la satisfacción de todo aquello que le quedó de su complejo de masculinidad. El matrimonio mismo no está asegurado hasta que la mujer haya conseguido hacer de su marido también su hijo, y actuar [agieren] la madre respecto de él." (Freud, 1933)
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