viernes, 19 de agosto de 2022

Lacan y su teología mística ex-nihilo

Lacan retrocede al viejo dilema teológico binario de carne vs idea, materia vs espíritu, como si fuesen dos entes propios. Donde el Lenguaje como ente puro en-sí, es la "condición de lo inconsciente": Es quien fisuraría-agujera de por sí lo Real como un ente aparte fuera-de de lo Real mismo.

 
De allí la mística de Lacan surgida en 1953 (Función y campo), luego comentada en 1954 con Hyppolite y mayormente delirada en su S.VII (1959) en que el Lenguaje en sí encapsulado como ente autónomo puro, mataría una supuesta COSA mágica (das Ding), la cual vacía y hace la "pérdida" como metonimia del deseo.
 
Lacan defiende que un significante no se define a sí mismo pues no existiría A = A como principio de identidad. Sin embargo, se contradice con su Significante Primordial (Falo simbólico, -1): eje en-sí de los demás significantes como "casillero vacío o cero" para representar a un sujeto los restantes significantes. Lacan postula en sí mismo "EL" significante que no significa nada a sí, en-sí mismo.
 
Ni Jung realizó tanto New Age...
 
Lacan (1954) místicamente definió un cercenar la Afirmación primordial o Bejahung, donde el Lenguaje encapsulado en sí, MATARÍA a una supuesta COSA, dada por siempre perdida o sustraída como si fuese una aspiradora mágica succionadora. Cuestión que Lacan (1959) repite con su mágico das Ding, como la cosita "interdicta" que requiere vaciar-se para otra cosa.
 
No existe la nada, lo vacío, ni el agujero o Falta perdida de "como una" estructura.
Lacan es teología del vacío ex-nihilo. Un mero New Age místico.
No hay sustracción, ni objetos perdidos. 
 
En cambio, para Freud nada se pierde, todo queda registrado en complejidades diversas. Se deforma, se distorsiona, cambia su intensidad, se combina o se ramifica nexos a otros costados. No se trata de perder para desear o de vaciar para rellenar. El deseo crea, construye, amplía, nunca empuja desde la nada, vacío o falta.
 La vívida e intensa alucinación que rememora un trauma en una pesadilla o el buscar exactamente la misma sustancia en una adicción, demuestra que la memoria es dinámica NO estructural en Falta o pérdidas místicas.
 
Todo deja huella, marca, incluso el olvido se registra a su modo, el sentimiento de vacío, soledad, ausencia, impregna simultáneos trazos imbricados de intensidades de dolor, deseo o angustia.
Los fondos inconscientes no tienen agujeros vacíos, es una fuerza constante, donde cada figura se reaglomeran desde sus mismos tejidos en diversas superficies o niveles emergentes de complejidad.

Es allí donde Lacan comenzó a destrozar toda su genial obra previa a 1953. Recordemos que previamente, Lacan formuló textos admirables. Pero ya desde 1953 en adelante Lacan extravía no solo a Freud, también al psicoanálisis mismo y se acerca a lo new age místico de teologías del vacío o ex-nihilo.

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