viernes, 14 de enero de 2022

Filosofía sin lugar propio: Su Crisis

Atrás quedó me parece, esa época dorada donde la Filosofía se nutría solo con Aristóteles y despejaba o definía lo que es o no real en sus múltiples dimensiones físicas, biológicas, psicológicas y morales sociales. Creo que los últimos en llevar este legado que conjuntara dichas multiplicidades del saber fueron Descartes junto al plano cartesiano y Leibniz con su cálculo infinitesimal.

Posteriormente, quizás Marx y Sartre fueron el último respiro de la Filosofía como transformadora fuera de la sociología, la ciencia y la psicología como aporte propio de sí. Marx con la crítica del valor a Smith y Sartre en su elección moral de responsable en el Existencialismo. 

Ya luego vino el estructuralismo y lo queer pero devenido ahora como transhumanismo, por ejemplo. Sin embargo, estas últimas, como en el Estructuralismo bajo el legado de la “muerte del hombre” y lo transhumanista como el post-sexo inmaterial o material diluido mismo. Es el clima de hoy.

 Podríamos pensar que la Filosofía se arrimó a dichos lugares por no encontrar su lugar frente a los aportes propios de la economía, física, química, biología, psicología, sociología, etc. En otras palabras, muy lejos estamos del protagonismo o guía de la Filosofía en su época "dorada". Ha sido suplantado por diversas disciplinas. Es una situación, a mi parecer, terrible. Debiese haber algo más que la filosofía tenga como su lugar propio sin verse constantemente como deudor de otros campos del saber corriendo detrás de ellos para alcanzar algo de sus actualidades o discusiones para no llegar demasiado tarde.

Miren que fácil fue para Lacan DOMINAR toda la Filosofía en Francia: Desde Badiou, Meillassoux y Zizek como colonizado. Y la lista sigue: Althusser, Derrida, Deleuze en 1967, Guattari (hasta 1969), Butler (hasta 1993), Foucault (hasta 1973), todo un país (Francia y liga de los balcanes) controlado absolutamente por un charlatán que no era filósofo ni tampoco un lector experto de Freud.

El trabajo que le quedaría aún por elaborar a la Filosofía para establecerse como un campo propio y diferenciable de otras disciplinas, es aspirar a ser un meta-paradigma o meta-teoría o meta-saber. Aspirar al Todo o al Ser.

Algo que día tras día suena más complejo, inabarcable, monumental, imposible y por sobretodo soñador.

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