El
tabú por la semántica, el desprecio por el contenido, el fetiche por la
sintaxis y la Ley como Significante "vacío" de Lacan y sectas.
"Aspecto
del mismo problema en Lacan y los lacanianos, por ejemplo, en la
imposibilidad de hacer una distinción cualquiera relativa al contenido
de la Ley. Desde el momento en que hay Ley, lo esencial está dado; el
sujeto es confrontado a una ley en función de la cual debe renunciar a
una serie de objetos de su deseo, mediante lo cual se volverá capaz de
ser deseante, y es todo. A partir del momento en que hay este pasaje por
los "desfiladeros de la castración", el sujeto vuelto capaz de acceder a
su deseo está, por decirlo así, acabado. Todo esto quizás sea
verdadero, quizá no, pero la pregunta es: ¿de qué ley se trata? No
conocemos comunidad humana sin leyes. Pero estas leyes son muy
diferentes, y hay comunidades cuyas leyes serían una abominación para
nosotros. Lo propio de estas concepciones, y especialmente del
lacanismo, es pasar por alto la posible distinción, la posible
diferencia, de dos maneras de considerar la Ley: por un lado, toda
agrupación humana, cualquiera sea —las antiguas, las modernas, los
caníbales, los monjes, los esenios, los nazis, la mafia—, tiene leyes
necesariamente, de otra manera no es una agrupación humana. Pero otro
punto de vista que emerge a partir de un momento en la historia plantea
la pregunta: ¿todas las leyes son equivalentes? ¿Esta ley es justa?
¿Cuál es la ley justa? ¿Qué es la justicia? A partir de entonces surge
otra actitud que distingue entre las situaciones defacto: en la Alemania
nazi, por ejemplo, hay leyes, no hay más que eso, reglamentaciones
abundantes, y éstas son las que aplica e invoca Eichmann (…) ¿En el
Nombre de qué? Es, pues, una actitud de una insigne hipocresía decir
así: la Ley, sin más. Se opera entonces una confusión entre <la
afirmación de> la necesidad general de una institución para que haya
sociedad humana, por lo tanto, entre el carácter
constituyente/instituyente de la Ley, y <la afirmación según la
cual> la Ley es esta ley empírica dada cada vez, pero no es
simplemente empírica, es del orden de lo "Simbólico". Pero entonces, o
bien esta Ley ya no es simplemente la ley de los aztecas, de Komeini, de
los nazis, o por qué no, de la V República, y finalmente no tiene
ningún contenido, no se puede decir nada de ella; o bien estamos
obligados a identificarla con la ley positiva, y entonces renunciar a
toda actitud crítica y, más aún, política, con respecto a la institución
existente." (Castoriadis, 1987)
sábado, 3 de julio de 2021
Castoriadis criticando la Ley de Lacan
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