miércoles, 16 de septiembre de 2020

Barroco y Filosofía

 Tal como en Bach, Bernini y Leibniz (Deleuze), en el Barroco no hay vacíos, ni nadas, todo se rellena con complejidades múltiples. Por eso mismo, lo Barroco desde lo micro conforma un universo con espacios macro entrelazados. La polifonía compleja donde cada grano se articula con lo inmenso, cada detalle aporta algo, nada queda fuera de la orquesta.

Cuando el arte alcanza niveles donde se exige esfuerzo continuo, disciplina, pasión, vienen luego las modas del "simplifiquemos".

Es una falta de respeto a lo hermoso del Barroco que se simplifique con Vacíos, sustracciones, pérdidas, agujeros y Nadas, en el Barroco nada se pierde, todo suma en potencia a su intensidad.

 

En la música barroca, en su monumentalidad, el silencio no logra ser silencio ni una ausencia (perdida ni sustraída), siempre es algo que suma y desborda como una nota más al mundo múltiple de potencialidad.

Es Polifonía múltiple de registros simultáneos, donde nada puede incrustar un caprichoso vacío o sustracción plena a sus pliegues.

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