"Los movimientos voluntarios se basan en la estimulación de los nervios sensitivos. También los movimientos voluntarios de esta estimulación sensitiva, a menudo, permanece inadvertida o, por lo menos, no puede determinarse. Aunque las razones para esto son muchas, se pueden reducir a las siguientes:
1. Casi siempre, una asociación precisa, por ejemplo a una asociación visual-auditiva, se suma una vaga asociación muscular, olfativa o algún otro tipo de asociación. En este caso, a causa de la intensidad de la primera asociación, la segunda apenas si se nota, o incluso pasa totalmente inadvertida. Pero existe, y tan pronto como destella en nuestra conciencia, aunque sólo sea por un momento, evoca la asociación visuo-auditiva. Pongamos un ejemplo. Durante el día estoy ocupado con la fisiología pero, por la noche, cuando me voy a la cama pienso sobre política y, por supuesto, a veces ocurre que mis pensamientos, vagando, inciden sobre el emperador de la China. De esta forma una huella acústicas se asocia con las variadas sensaciones que estar encamado evoca en mí, es decir, con sensaciones musculares, táctiles, térmicas y otras. A veces, cuando estoy cansado o no tengo nada que hacer, me tumbo y de pronto me viene a la mente el emperador de la China. Se dice que los pensamientos de este tipo no tienen causa propia; pero el pensamiento sobre el emperador de la China fue originado por la sensación de estar tumbado. Y ahora que he citado esta anécdota, me vendrá a la mente, incluso, con más frecuencia, puesto que la he llegado a asociar con nociones más vivas.
2. Una serie de representaciones lógicamente entrelazadas puede llegar a asociarse a una representación que no ostenta la más mínima relación con las de la serie. En este caso, parece raro deducir de esta asociación una serie de pensamientos; sin embargo, es esta asociación la que origina la serie.
3. A veces, el encadenamiento de representaciones asociadas en nuestra conciencia es muy largo. Como he expuesto, su duración máxima va desde el momento en que nos despertamos por la mañana hasta el momento en que nos dormimos por la noche. En tales casos, es en extremo difícil recordar qué es lo que ha inspirado la serie. Sin embargo, en la mayoría de los casos, si prestamos atención, es posible establecer la influencia externa que origina la serie." (Séchenov, 1863)