El Estructuralismo de Levi-Strauss y el giro de Lacan desde 1953 es un coqueteo constante a Jung. Sus obras tienen cimientos idénticos al arquetipo Jungiano o lo inconsciente colectivo. El primer inconsciente estructurado sincrónico, proviene de Jung, luego le sigue Levi-Strauss con Leyes de Mitos y Lacan quien lo radicalizó en su sujeto ahuecado como casillero vacío en afánisis desfalleciente.
El inconsciente "estructurado como" colectivo, guarda base común con el inconsciente "estructurado como" lenguaje de Lacan. Ambas son sincrónicas, atemporales y ahuecan la compleja tópica-dinámica-económica en agujeros-barras. En ambos coinciden en la prioridad flotante de un Otro fuera del tejido personal individual del narcisismo y del Ello-pulsional. Ya sea arrastrados por los Arquetipos (Jung), por los Mitos (Levi-Strauss), Simbólico (Lacan). La Epistemología mágica del Ex-Nhilo de nulo origen, la guerra contra la génesis diacrónica histórica evolutiva empírica son factores comunes entre las tres.
El rechazo a factores evolutivos del devenir que sedimentan rutas a divergir creativamente, los procesos inconscientes ya no refieren a un interior indomable, no obedecen a pasiones intraducibles a un mismo código de ley, tampoco mensajes en lenguaje privado. Todo gira en un determinismo exterior a todo sistema dinámico propio autopoiético, ahora, las fuerzas íntimas son drenadas a Estructuras de pura alteridad-Otro-castillos-en-el-aire-barrado-agujerado-ahuecado.
No es secreto para nadie que Lacan adoraba la obra de Levi-Strauss en su pleno clímax de extravío contra Freud. Lacan siempre tuvo bellas palabras para Jung y en cambio señalaba como "mediquito" a Freud (Lacan, 1977). Se inventan que Freud elaboró un supuesto huevo encapsulado perfecto solipsista de sí, mientras ellos inventan la bala-en-sí que atraviesa la carne tal como el embarazo de la virgen María, donde el Lenguaje mata la "Cosita" o cae lo vacío "Real".
Sé que en defensa de Jung, Levi-Strauss y Lacan. Algunos intentarán parchar su teología en que Jung no rechazó completamente lo inconsciente individual, que Levi-Strauss estudió las sociedades calientes y que Lacan formuló lo "Real" como residuo de Goce endógeno ingobernable (lectura del yerno J.A Miller). Pueden intentar reclicar un paradigma deshidratado y anoréxico de subjetividad compleja. Pero no limpiarán la obscena prioridad Simbólica, la delirante colectividad arquetípica o el cliché del Mito que se reitera. Sus obras provocaron desastres clínicos de cortes sincrónicos (Lacan), fundación de psicología new age transpersonal (Jung) y eliminar la psique a mero Mito como "muerte del hombre" (Levi-Strauss), todo esto con la respectiva huida a todo alcance científico de neurociencias, biología evolutiva, filología diacrónica, capacidades cognitivas, pedagogía en etapas de aprendizaje, estudio de vínculos emocionales, etc.
Como ya muy bien P. Aulagnier (1987) denunció: "Usted sabe, siempre estuve muy lejos del estructuralismo. Eso no es nuevo. Lacan estuvo siempre interesado en lo que podía aportar el estructuralismo al psicoanálisis, pero yo siempre me sentí alejada del estructuralismo. No creo que el estructuralismo aportara gran cosa al pensamiento analítico."
Incluso sin-vergüenza aclaman decontruir al sujeto, que el individuo es mero mito, no existe el self o sí mismo, puesto que existen hilos de titiriteros afuera (Foucault en 1965 de forma fanática le dijo a Badiou que la fecha-hora exacta del nacimiento del sujeto nace desde Kant y antes de esa fecha no habían individuos humanos, Badiou horrorizado le increpó si conoce a Hume sobre el antiguo tratado de la naturaleza humana, texto que Foucault obviamente no leyó). Debates sobre individuo/alteridad, yo/no-yo, para-sí/para-otro, ser/uno, son debates MUY viejos donde Lacan, Jung, Levi-Strauss no han aportado nada más que casarse fanáticamente en la prioridad de Dios, lo Otro, Estructuras. Aportes infructíferos, dado que el desafío debe estar en las fuerzas en pugna que tejen un sendero de intimidad, pasiones inconfesables, lenguajes que se derriten en favor del arte expresivo que edifican luego los emergentes siempre en choque-seducción con lo social, la civilización, la masa o cultura. Entiéndase lo emergente no como binario teológico separado donde abortamos uno en prioridad por el Otro, son recíprocos, diacrónicos en génesis, inestables, transformadores y creativos en una mixtura compleja como tópica-dinámica y económica. Adorar una como prioridad para abolir al sujeto, la identidad de sí, lo individual por una escindida capa virtual prioritaria Otro, es un atajo fácil y reduccionista.
Levi-Strauss (1958) sobre el debate entre "Memoria enhuellamiento" VS "Estructura leyes pre-existente", Levi-Strauss de forma pueril aborta lo primero y se casa con lo segundo ahorrándose muchas reflexiones como capricho: "Pero conviene preguntarse si el valor terapéutico de la cura depende del carácter real de las situaciones rememoradas o si el poder traumatizante de estas situaciones no deriva más bien del hecho de que, en el momento en que se presentan, el sujeto las experimenta inmediatamente bajo forma de mito vivido. Entendemos por esto que el poder traumatizante de una situación cualquiera no puede resultar de sus caracteres intrínsecos, sino de la capacidad que poseen ciertos acontecimientos que surgen en un contexto psicológico, histórico y social apropiado, e inducir una cristalización afectiva que tiene lugar en el molde de una estructura preexistente. En relación con el acontecimiento o la anécdota, estas estructuras —o para ser más exactos, estas leyes de estructura— son verdaderamente intemporales. (p.152)"
A tal punto Levi-Strauss enfatiza la prioridad de una en desmedro de otra como salida reduccionista, que Levi-Strauss en pleno coqueteo con Jung ya no sabe diferenciar shamanismo de psicoanálisis, pues al podar una en función simbólica atado por ella, termina mezclando peras con clavos: "El conjunto de estas estructuras formaría lo que llamamos el inconsciente. Veríamos de esta manera cómo se desvanece la última diferencia entre la teoría del shamanismo y la del psicoanálisis. El inconsciente deja de ser el refugio inefable de particularidades individuales, el depositario de una historia singular que hace de cada uno de nosotros un ser irreemplazable. El inconsciente se reduce a un término por el cual designamos una función: la función simbólica, específicamente humana, sin duda, pero que en todos los hombres se ejerce según las mismas leyes; que se reduce, de hecho, al conjunto de estas leyes".(p.152-153)
Leyes que pueden reducirse a meros 0 y 1 (ausente-presente) tal como Lacan señaló en su Seminario 2 en contra de todo Humanismo o postura de la humanidad en favor del ex-simpatizante nacionalsocialista alemán en Cartas al Humanismo. Vemos la grave incomodidad que sentía O. Mannoni frente a las formulaciones de lo Simbólico en Lacan:
“O. MANNONI: Lo que me molesta es que tengo la sensación de que este doblez imaginario no corta solamente, sino que es el alimento indispensable del lenguaje simbólico, y que el lenguaje, si se lo priva completamente de ese alimento, se convierte en la máquina, es decir, en algo que deja de ser humano.
[Lacan:] Nada de sentimiento. No vaya a decir que la máquina es una malvada y estorba nuestra existencia. No se trata de eso. La máquina es únicamente la sucesión de los pequeños 0 y los pequeños 1, y además, el problema de si es humana o no está totalmente resuelto: no lo es. Sólo que también hay que averiguar si lo humano, en el sentido en que usted lo entiende, es tan humano.
O. MANNONI: Es una cuestión muy grave.
[Lacan:] Sin embargo la noción de humanismo, sobre el cual no les daré un seminario, me parece bastante cargada de historia para que podamos considerarla como una posición particular realizada en un campo totalmente localizado de lo que Imprudentemente seguimos llamando humanidad”.
Piaget (1968) como gran genio epistemólogo, criticó al Estructuralismo de Lacan-Foucault aludiendo: "no es exagerado calificar el estructuralismo de Foucault de estructuralismo sin estructuras. Retiene del estructuralismo todos sus aspectos negativos: la desvalorización de la historia y de la génesis, el desprecio de las funciones y, en un grado inigualado hasta ahora, la negación del sujeto mismo, ya que el hombre desaparecerá pronto. En cuanto a los aspectos positivos, sus estructuras son sólo esquemas figurativos y no sistemas de transformaciones que se conservan necesariamente por su autoajuste. El único punto fijo en este irracionalismo final de Foucault es el recurso al lenguaje, concebido como dominador del hombre, porque es exterior a los individuos”.
Opuesto a todo ello es la fecunda Metapsicología de Freud, donde lo psíquico semi-abierto al mundo, retranscribe momento a momento su historia propia. La epistemología de Freud está basada en la Complejidad (varias vías simultáneas no-excluyentes), Huellas (trazos, marcas mnémicas que abren diferencias de potencial), Múltiples (sin centro fijo), Conflictos (diversas gradualidades excluyentes) e Intensidad variable (carga-descarga, placer-displacer, fijación). Freud resume su episteme en el entrelazamiento: Tópico, Dinámico y Económico.
Esta prioridad bajo énfasis extremado lo lleva a menospreciar la riqueza de la memoria o la complejidad pulsional en favor de una solución fácil de reducir lo inconsciente como "siempre vacío", bajo el atajo de leyes del lenguaje y estructuras a priori. Levi-Strauss simplifica: "Porque el subconsciente, receptáculo de recuerdos y de imágenes coleccionados en el transcurso de cada vida se convierte, así, en un simple aspecto de la memoria; afirma su perennidad y a la vez implica sus limitaciones, porque el término de subconsciente se refiere al hecho de que los recuerdos, si bien se conservan, no siempre están disponibles. El inconsciente, por el contrario, es siempre vacío o, más exactamente, es tan extraño a las imágenes como lo es el estómago a los alimentos que lo atraviesan.
Órgano de una función específica, se limita a imponer leyes estructurales a elementos inarticulados que vienen de otra parte —y esto agota su realidad—: pulsiones, emociones, representaciones, recuerdos. Se podría decir, entonces, que el subconsciente es el léxico individual en el que cada uno de nosotros acumula el vocabulario de su historia personal, pero este vocabulario solamente adquiere significación —para nosotros mismos y para los demás— si el inconsciente lo organiza según sus leyes y constituye así un discurso. Como estas leyes son las mismas en todas las ocasiones en que el inconsciente ejerce su actividad y para todos los individuos, el problema planteado en el párrafo precedente puede resolverse en forma sencilla. El vocabulario importa menos que la estructura. Ya sea el mito recreado por el sujeto o sacado de la tradición, de estas fuentes, individual o colectiva (entre las cuales se producen constantemente interpretaciones e intercambios), el inconsciente solamente extrae el material de imágenes sobre el cual opera, pero la estructura es siempre la misma, y por ella se cumple la función simbólica." (p.153)
Tal como Jung en su inconsciente estructurado colectivo de simples arquetipos finitos elementales, Levi-Strauss (1958) lo define idénticamente en su new age de teología cuando define: "Agreguemos que estas estructuras no sólo son las mismas para todos y para todas las materias a las cuales se aplica la función; ellas son además poco numerosas, lo cual nos permite comprender por qué el mundo del simbolismo es infinitamente diverso en su contenido, pero siempre limitado en sus leyes. Hay muchas lenguas, pero muy pocas leyes fonológicas, válidas para todas las lenguas. Una compilación de los cuentos y mitos conocidos ocuparía una masa imponente de volúmenes. Pero se pueden reducir a un pequeño número de tipos simples en los que operan, tras la diversidad de los personajes, unas pocas funciones elementales; y los complejos, esos mitos individuales, se reducen también a unos pocos tipos simples, moldes en los que se acomoda la fluida multiplicidad de los casos" (p.153).
¿Qué se podrá desprender de todo esto? Muchos ya lo adivinaron: postmodernismo anti-científico anti-empírico, relativismo nihilista, cortes de sesión que estafan peor que taxímetro adulterado trabajando menos para ganar más sin dar oferta alguna (sueño del perverso empresario), autopercepciones desalieandas autodeconstruidas como coaching 2.0, simplificación y reduccionismo. Pero la guinda del pastel son los estudios de bosones en física de partículas y lo Real de Žižek, como la física cuántica ex-nihilo Creacionista en lo clínico como ya está de moda en las sectas de "Apertura" Lacranianas.
martes, 31 de diciembre de 2024
Epistemología mágica de Jung en Lacan y Levi-Strauss
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