En 1968 Laplanche y Pontalis sacaron el Vocabulario, un duro golpe contra Lacan y los lacanianos en su estafa de regresar y/o mejorar a Freud. Por si fuera poco en 1970 Laplanche sacó su texto Vida y Muerte, reafirmando su mérito como experto en Freud en Francia. Sin embargo, esto era falso, los intentos de Laplanche, Derrida o Deleuze en afianzarse como expertos en Psicoanálisis fueron derrocados antes por un Filósofo monumental en lecturas: Ricoeur.
Mientras Derrida, Deleuze y Laplanche buscaban derrocar a Lacan en su (re)lectura de Freud. Derrida recién a 1967 consiguió retomar la huella y alejarse del significante de Lacan, pero Derrida no logró el nivel que alcanzó Ricoeur. Deleuze en 1966 por su parte, fue el más patético de todos, su texto sobre Sadomasoquismo era un repetir textual de Lacan sin aportar nada nuevo (lejos su peor libro). Laplanche por su lado logró un nivel espectacular desde 1968, pero llegó tarde, ya en 1965 Ricoeur se les adelantó a todo el gremio francés de época.
¿Cómo es posible que un filósofo dominara así los pasajes más complejos del psicoanálisis, traduciendo al alemán el solo la obra completa para dar sus cursos desde 1961?
Cursos que Lacan no podía evitar en frustración. Pero ya era tarde, Ricoeur ya publicó sus cursos a texto. Para colmo! Lacan no solo tenía al gran Lagache como rival experto, encima surge ahora Ricoeur como amenaza! Lacan tenía reprimido a Lagache en su artículo de 1958, pero en 1960 a pesar de sufrir la peor estocada por parte de Laplanche, aún lo tenía a sus pies al ser todavía su analista. Incluso en la separación de 1963, Lacan todavía mantenía el aura del mayor experto aunque fuese un brillo falso. No habían libros que opacaran su luz. Pero TODO CAMBIO en 1965 con el libro de Ricoeur. Lo que rapidamente obligó a Lacan a sacar sus (mal)Escritos en 1966 en apuros para dar un contrapeso a Ricoeur y evitar que todos supieran que Ricoeur no solo contradecía a Lacan, encima, Ricoeur era mejor.
Laplanche por su lado, siempre detestó a Ricoeur. Laplanche no podía usar su mejor arma contra Ricoeur: Ser un experto en Freud.
Dado que Ricoeur también era un experto en Freud, a Laplanche no le quedó más remedio que reciclar ciertas ideas clínicas de Lacan y forzar una caricatura Jungiana sobre la hermenéutica desde 1968, repitiendo su estrategia patéticamente en 1996. Laplanche NUNCA discutió seriamente contra Ricoeur, solo elaboró una caricatura de Jung creyendo que ilusoriamente discutía así contra Ricoeur.
Ricoeur sacó el lado más Lacaniano que Laplanche buscaba reprimir: La anti-síntesis, enigmatizar, destrozar las construcciones y separar pulverizando discursos. Ricoeur arrinconó Laplanche y le obligó usar sus cartas Lacanianas reprimidas para diferenciar su Freud frente al Freud de Ricoeur. Patéticamente Laplanche, Tort, Miller y Lacan estaban aliados juntos frente al enemigo común: Ricoeur y su temible hermenéutica.
Laplanche y Ricoeur son autores que usé muchísimo en mi Libro: El regreso a Freud tras el extravío de Lacan.
Ambos merecen todo mi aplauso. Aunque no coincida en algunos puntos con Ricoeur, no pierdo de vista el acontecimiento que marcó su obra en medio de Francia. Si bien Lagache y sus discípulos fueron los primeros en destrozar a Lacan. Ricoeur fue el primero quien publico un libro sistemático.
Lagache en 1957 si bien ya hizo de las suyas contra Lacan, siempre fue bajo de perfil, estuvo hasta 1963 bajo la palma de Lacan como aliado. Pero Lagache sembró a toda una camada que se volvió en contra de Lacan: Laplanche entre ellos obviamente. Lagache fue la primera semilla.
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