domingo, 24 de agosto de 2025

Errores de Deleuze frente a las respuestas Freudianas

 Deleuze tiene la figura del "héroe" psicótico creativo que en su delirio escaparía a la maquinaria capitalista resistiéndose a sus flujos. Al desterritorializar máquinas se vuelve su objeto idolatrado de su rizoma rebelde. Todo gracias a que el psicótico no tendría el problema neurótico kafkiano del oficinista, condena propia de la clase media. En cambio, el psicótico sería un Quijote aventurero creativo, pero, Deleuze olvida que el Quijote sufre, el psicótico sufre intentando mantener ser "Napoleón", es inestable, su defensas fracasan reiteradamente. Mientras más "creativo" o "caótico" sea la psicosis más grave es el dolor-angustia que no logra resolver o estabilizar.

Deleuze tiene una manera de ver la Psicosis (a veces idealizada) como algo libre, caótica, creativa. Pero solamente la Esquizofrenia Hebefrénica o las que tienen más desparramada el Proceso Primario como fragmentación, sería similar a la que refiere Deleuze, solo en parte.

Otras psicosis como la Catatonia o la Paranoia no son Psicosis abiertas a la multiplicidad creativa, al contrario, son rígidas, inflexibles, con fijaciones bastante estables y repetidoras de una misma temática que les reitera en delirio y/o alucinación.

Lo que caracteriza a las psicosis es su rigidez y fijación. Dentro de esos márgenes estrechos generan su lago delirante, pero no es plenamente creativo como océanos. La neo-creación del mundo que postuló Freud en la Psicosis, es una seudo "creatividad". Es un parche ante la hemorragia del caos. Podría verse ese parche como algo "más creativo" que el "cliché síntoma" del neurótico revisando correos, pero solo eso tiene de alcance.

Incluso hay organizaciones que no se pueden DES-territorializarse o desmontarse, pues no hay aún Yo o Self, ni tampoco "existe el bebé" o el "individuo" para recién desbaratar. Como diría Winnicott, el trauma primario infantil genera un Derrumbe, se rompe la continuidad del SER, queda coagulado el Derrumbe que se teme, se repite, queda fijado. Winnicott propone un camino a la Regresión como intento de reparación del Self taponeado por un Falso Self infectado de normopatía o normopático para así en su poca creatividad o rigidez no pulverizarse en hemorragias de sufrimientos.

Como dijo Freud (1896, 1911, 1914, 1924, etc) el psicótico requiere dicha neocreación del mundo para estabilizarse y no fragmentarse, es decir, la psicosis es un intento de reparación para no caotizarse. Si bien en Freud, Ferenczi, Winnicott, Bion, Klein, existen las defensas psicóticas súbitas de emergencia (maniacas y/o de fragmentación) que provocan demoliciones dejando fragmentos disueltos (seudo-creativos libres), el proceso de restitución como neocreación es crucial en las psicosis. Solo en casos MUY graves de psicosis o daño neuronal severo dejan un puro caos libre en todo ámbito. Además, las psicosis tienden a desparramar su proceso primario con mayor énfasis en ciertos terrenos más acotados que otros, mientras, las más agudas, son más seudo"creativas" floridamente en lo caóticamente inestable en casi cualquier rincón sin acotar.

Aunque para Deleuze el Des-territorializar no es todo el proceso, le importa también la RE-territorialización, a la cual Deleuze, le otorga MUCHA FE y OPTIMISMO a los medios y modos en que el psicótico re-territorialice con su espléndida "creatividad" salvadora que lo rescate más dichosamente que el síntoma común neurótico.

Deleuze desconoce que la RE-territorialización neurótica procede a ligar, menguar, de un modo menos turbulento de retorno de angustias, que una inestabilidad psicótica. Aunque de lejos pareciera que el psicótico quien se cree rey o emperador estaría a salvo del dolor. Es ilusión, pues la neocreación o nueva síntesis de re-territorialización es un parche que paga un alto precio para plegarse así.

Deleuze imagina a un psicótico heroico que escapa del remordimiento, deuda o la responsabilidad de maquinaria capitalista, siempre a la fuga rizomática en crear nuevos roles, nuevos personajes e historias creativas. Pero Deleuze olvidó que la posición esquizo-paranoide es más bien un océano de ansiedades, angustias y persecuciones por muy productiva y abierta sean algunas multiplicidades (otras más bien son rígidas en repetición).

Contrariando ese modelo de Deleuze donde la Psicosis sería una forma de desorganización que impulsa a la producción libre desde el plano de consistencia. En Freud es al revés, la desorganización invoca a una síntesis: algo que repare de alguna manera. Las pulsiones desligadas en puro Ello más allá del principio del placer, requiere una primera ligazón que lo otorga la madre, lo estabiliza, de a poco distingue el estar dormido del estar despierto, del alucinar el pecho a retenerlo a su expectativa de espera, etc.

En otras palabras, para Freud la Psicosis es reparación y neocreación para intentos de estabilización al caos fragmentario, no es un puro devenir al caos rizoma como buscaría Deleuze (que muchas veces parece cáncer en metástasis de rizoma). Pues aún al buscar el caos o el ataque al aparato psíquico (-K), lo que se busca es reparar algo. Guattari también se olvidó de las ansiedades, persecuciones y angustias graves de la posición esquizo-paranoide en psicosis. Ingenuidad es creer que la neo-síntesis psicótica es la llave a la vitalidad pontencial a la Spinoza.

Aunque Deleuze contrapesa sus excesos de libertaria fragmentación (creación de mónadas sin freno) desde el Spinozismo, el barroco, etc. Su vitalismo expresa la vida en forma de metástasis cancerígena celular (rizomática) en vez de células autopoiéticas vivas. No digo que Maturana sea la mejor respuesta a los excesos de Deleuze, pues pienso que Piaget concilia ambas propuestas en sus nociones de los desequilibrios en sistemas emergentes.

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