He leído textos Lacanianos como el de Roberto Mazzuca que dan mil millones de giros y dialécticas para explicar el masoquismo de forma saturada y pomposa, del modo siguiente: El perverso sabe que el otro sabe que el es un otro que se deja ser instrumentado por el otro ya que el otro no sabe que goza de eso, pero el si sabe una verdad de un goce perverso independiente si el no lo sabe.
Cuando en realidad, basta con un Simple con decir: el perveso goza del otro y a veces se deja manipular por éste para mantener su verdad de un cierto gozar pese a todo.
Aparte, que Mazzuca en su texto omite o descuida la fundamental importancia sobre el goce perverso en tanto manipular o usar al otro como un objeto bajo su poder.
Muchos Lacanianos como siempre complican todo con puras dialécticas, negaciones y rodeos innecesarios. Ni hablar de sus posiciones dialécticas sobre "ser el deseo del deseo del Otro", o sus negaciones de negaciones: "lo real es lo que no cesa de no", que son más de lo mismo.
Zizek por su parte usa paradojas que se daban por sentido común y las contradice. Por ejemplo: lo hostil no es desear el mal, es desearle un cierto bien al otro.
Otros ejemplos de Zizek: No es el egoísmo, es la colectividad solidaria sin orden. No es el Mc Donald el problema, sino los veganos con su ética ascética, "No es el cuerpo sin órganos, sino el órgano sin cuerpo".
Otro ejemplo más: "No es perjudicial saber que morirán, es si no olvidar que van a morir", Lacan también usaba mucho esa retórica, que imita Zizek.
Así fue como Lacan, en mi opinión, puso en cierta equivalencia a Kant con Sade. Eso sí, no niego lo interesante de dichas formas discursivas que emplea. Ya que logran imprimir un giro deconstructivista de ciertas nociones centrales y las ponen de cabeza con detalles marginales.
Finalmente sorprenden al público. Es como un remate de un humorista, donde no se sabe a dónde apuntará en su conclusión. Algo así como: "Redoble de tambores, y lo que siempre pensamos que era negro, no lo es, sino que es todo lo contrario".
Para ello, Lacan y Zizek, exudan conectores como: ""No es sino", "no es nada más que sino", es algo que no puede ser otra cosa que algo si no que, etc.
Sé que es una brutalidad decir para compararlo, pero esta misma forma retórica la empleó autores como Osho y se hizo muy famoso. Baste recordar los aforismos de Humano demasiado humano de Nietzsche, que si bien era una forma interesante de plasmar un pensamiento filosófico, la retórica muchas veces solo eran asertivas en contextos muy particulares, donde para un descuidado lector, puede generalizar tales afirmaciones sin distinguir los matices o los reales alcances de ésta.
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